Desde su fundación el Observatorio Hannah Arendt ha tenido una preocupación por la erosión presente en la sociedad nacional venezolana respecto de los principios de ciudadanía. Tal desgaste va desde el desconocimiento de los soportes funcionales de un sistema democrático moderno, hasta la ignorancia sobre lo mecanismos que viabilicen el ejercicio de derechos y los recursos disponibles para su resarcimiento una vez vulnerados, pasando por desconocer, en general, aspectos simples de la institucionalidad pública, como por ejemplo, los criterios para la división y autonomía de Poderes Públicos, la necesaria institucionalidad y el concepto básico de Estado de Derecho, entre muchos otros.

Esta apreciación proviene de un muy cercano conocimiento e intercambio con la realidad socio-política nacional producto de la ejecución de proyectos y programas a lo largo y ancho del país; es decir, hemos visto la realidad evidenciándose ante nosotros y hemos percibido su avance y su profundidad. Tal evidencia ha sido objeto de no pocos debates y discusiones en el seno mismo de la organización, más para comprender su dinámica e impactarla y coadyuvar con su atención, que para continuar como impasibles testigos frente a tan grave desgaste. Así, éste ha sido un acicate, un estímulo para volver sobre los pasos, para no claudicar y abandonar nuestra realidad al desconocimiento necesario para el dominio y el avance de la ignorancia y el autoritarismo rampante.

No quisimos solo apreciar el problema sino tratar de impactarlo y ello ha sido la base y el fundamento de buena parte de los programas y proyectos que, en estos últimos años hemos llevado y propuesto a y en nuestra sociedad; nos han acompañado y  acompañan amas de casa, líderes comunitarios de base, funcionarios policiales y funcionarios públicos en general, líderes políticos, jóvenes, estudiantes o no, universitarios y académicos y un universo de ciudadanos preocupados por esta realidad y ello ha sido estímulo para todos para seguir adelante y no flaquear hasta que un Estado y sus órganos con conciencia ciudadana retome el afán institucional y recupere el terreno perdido en el desierto de la arbitrariedad y la desinstitucionalización.

Son estos los motores e impulsos del Proyecto Nacional de Ciudadanía Sindical, ejecutado en el país desde el año 2014 y que durante el segundo semestre de 2015 verá su segunda fase en acción. Persigue identificar los aspectos que enturbian y desestimulan las expectativas del ejercicio de los derechos fundamentales laborales por parte de los principales actores de este sector: los trabajadores. Un equipo multidisciplinario del más alto nivel ha sido convocado y ya ha rendido frutos, un diagnóstico situacional nacional de la realidad, del menoscabo de las expectativas citadas, es la base y fundamento para el diseño de acciones encaminadas a la trasmisión de herramientas para el diseño personal y grupal de estrategias para confrontar la realidad y comenzar su paulatina modificación, en favor de la institucionalidad sindical.

Saludamos a quienes nos han venido acompañando y les solicitamos no claudicar ni desistir, convocamos a quienes se sientan afectados, no importa de las toldas e ideologías de donde provengan, porque estamos seguros que solo conversando, formándonos y comprendiendo la realidad adversa, tendremos posibilidad de modificarla para un óptimo ejercicio ciudadano, para comprender nuestros derechos y los mecanismos institucionales para su reclamo y resarcimiento y así, retomar el camino justo de los procesos abandonados de re-consolidación de la ciudadanía democrática que los venezolanos nos merecemos y a la que estamos acostumbrados.

Director General.

OHA